El aceite de krill, un pequeño crustáceo del Antártico, tiene un alto contenido de ácidos grasos omega3 y antioxidantes. La principal ventaja es que los ácidos grasos los encontramos en forma de fosfolípidos en lugar de triglicéridos, como en el aceite de pescado, siendo por tanto mucho más biodisponible.
Dado que las membranas celulares están formadas por fosfolípidos, la forma más eficiente de llevar el EPA y el DHA al interior de las células es en estos fosfolípidos. De esta forma se consigue una mayor absorción, y por tanto mayor respuesta y rapidez comparado con los omega-3 procedentes del aceite de pescado, donde estan en forma de triglicéridos.
Indicaciones:
Reducción del riesgo cardiovascular,Procesos inflamatorios articulares,Salud del pelo y la piel, Mejora de la función cognitiva,Salud ocular, Salud renal
Administración:
Dosis de mantenimiento recomendada durante un período inicial de 60 días:
Gatos y perros, hasta 10 kg de peso: 1 cápsula cada 2 días.
Perros de más de 10 kg: 1 cápsula/día por cada 10 kg de peso.
A criterio del veterinario, y según el estado del animal la dosis puede aumentarse.
Presentación:
Envases de 60 y 120 cápsulas.